Tras un rápido refrigerio en el recinto del zoo, se les permitió visitar la escuela del zoo durante una hora. Allí, los niños aprendieron mucho sobre los animales y sus "armas". Después salieron a los recintos con el profesor del zoo. Un momento especial fue dar de comer a las nutrias al final de la lección. Todos los niños que se atrevieron pudieron arrojar peces muertos, gambas, etc. por encima de la valla a la manada de nutrias.
A continuación, las clases visitaron el centro de alimentación de focas. Aquí los niños aprendieron mucho sobre las focas y el trabajo de un cuidador de animales. Tras un breve descanso en el zoo de mascotas y un bien merecido helado, la excursión continuó hacia el bosque de los monos. Por último, todos los niños pudieron jugar extensamente en el gran parque infantil antes de regresar a casa. ¡Fue una excursión estupenda y educativa!